miércoles, 4 de marzo de 2009

Parte

Un rostro repleto de lagrimas evaporizadas, un par de ojos cargados de humo dulce, un paisaje solitario, una plaza, una hamaca y sobre ella se mecía lentamente con sus pies aferrados al piso, la niña mas bella que había visto. Decir que su aspecto era triste es ser redundante, pero así era, solo me senté a su lado, la miraba cada tanto, para constatar que siga allí. Después de unos diez minutos me hablo, lo primero que dijo fue, “porque te interesa saber que me pasa?” A lo que yo conteste, “porque sos parte de un todo del cual soy parte y si algo colapsa el todo se desmorona...”
Supongo que mi respuesta le fue suficiente, porque comenzó a contarme sus problemas.
Me contó y yo escuche con mucha atención. Mientras hablaba note que no necesitaba consejos, solo que la escuchen, desahogarse. Y asi lo hice, hablo durante mucho tiempo, la verdad es que no se con exactitud cuanto fue, pero mientras hablaba sus palabras acariciaban el aire espeso que se había formado alrededor nuestro.
Nunca sabré si las sensaciones que sentí esa noche fueron reales o solo el efecto de eso que no tiene cenizas y ella me convidaba.
Sin notarlo después de un rato yo estaba contándole mis problemas a ella, supongo que por eso de que es mas fácil contarle cosas privadas a alguien que no conocemos

Control

Soplaba el viento con gran intensidad, el ambiente era una playa desértica, y en la inmensa noche pude ver mi rostro reflejado en el vaso que sostenía
Lo primero que vino a mi mente fue la letra de un tema de los redondos (asusta un poco verte así).
Ese reflejo no me correspondía, no era yo al que veía. Era esa parte de uno que no queremos que se vea, a lo que tememos llegar algún día.
Y ese día había llegado para mi, costo mucho comprenderlo, y no quise vivir con eso.
En ese momento tuve solo dos alternativas, caminar al interior del monstruoso mar que silencioso me llamaba y dejarme llevar o intentar volver a ser yo, esa persona de la cual estaba orgulloso ser.Después de mucho logre cambiar, y llegue a la conclusión de que estamos viviendo en una sociedad empecinada en convertirnos en estereotipos con el fin ultimo del control.

No necesita nombre...

Lo mejor es estar encerrado en ese lugar donde dependiendo de la época y de tu ubicación te puede pegar el frió como agobiar el calor. No importa si es un estadio, un club, un boliche, una plaza o cualquier otro lugar. Lo que importa es que en el momento que suenan los primeros acordes logras dejar de pensar en todos los problemas que tenes y tu mente divaga sin necesidad de narcóticos. Saltas, transpiras y lo único que importa es cantar fuerte y mas fuerte...

Silencio

Era de noche y caminaba solo por una playa desierta, otra vez como tantas se encontraba en un lugar en el que no quería estar. Destino lo llaman algunos, el lo llamaba estupidez.
Llevaba una mano en su bolsillo y en la otra una pequeña pipa muy rustica, sabe quien con que contenido en su interior.
Se sentó a la orilla del mar y mientras sus pantalones se humedecían contemplo la inmensidad de todo lo que lo rodeaba, principalmente el cielo. Se detuvo a observar todas y cada una de las estrellas hasta llegar a la luna. Mientras al cielo prestaba atención el mar le hablaba y el lo escuchaba con mucho detenimiento.De pronto el mar hizo silencio, su rostro era el que lentamente comenzó a humedecerse esta vez. El silencio del mar le había hecho entender que las cosas que no dijo cuando pudo hacer por guardar silencio, ya jamás las diría y sintió un dolor intenso e inmenso por ello...

Temor

Eran cerca de las 4 de la mañana de un miércoles, se oía música que se alejaba y se acercaba, se había cortado la luz por completo en casi toda la ciudad, lo único que iluminaba sus pasos era la luna, y su resplandor era escaso, la neblina era muy espesa y esta comenzó a disiparse al caer las primeras gotas de una lluvia que rápidamente se transformo en un diluvio constante y parejo, pero agradable. Le costaba ubicarse por donde caminaba debido a la poca iluminación, y decidió seguir la música, la cual de apoco aumentaba su intensidad. Por fin llego a una casa, la música aparentaba venir de dentro. La puerta estaba abierta, y sin pensarlo dos veces entro, supuso que nadie oiría si golpeaba con semejante volumen en el interior. Era una casa vieja, de esas con pasillos largos, camino a oscuras hasta la ultima habitación, de donde parecía venir la música. Aparentaba no haber luz tampoco en esa casa, pero de todas formas se oía música, tenia sentimientos encontrados, curiosidad, miedo, intriga, y sensaciones extrañas. Mientras caminaba buscaba la explicación a ese sonido, y encontraba muchas y variadas. Al llegar a la puerta de la habitación se detuvo y al hacerlo, tambien lo hizo la música, retrocedió y al mover sus pies la música sonó nuevamente, se asusto y se quedo tieso, y la música volvió a aparar... luego de estar en ese estado por casi 5 minutos tomo fuerzas quien sabe de donde y entro a la habitación, de inmediato se encendieron todas las luces de la casa, la habitación estaba vacía y se oyó una vos que dijo: “lo lograste”...

Personaje

El estaba sentado solo, tranquilo y sin ninguno de esos aparatitos modernos para oír música. La plaza donde se hallaba estaba repleta de gente y aunque el no era partidario de las grandes aglomeraciones de personas le gustaba sentarse en lugares como ese y notar que pasaba desapercibido entre tanta gente.
Se sentía un bicho raro, pero orgulloso de serlo, llego a estar mas de 3 horas sentado en una plaza sin recibir una sola mirada, no se vestía de formas extrañas, por lo que ello le ayudaba a mantenerse oculto mas fácilmente.
Se sentaba con su cuaderno y una birome, pasaba horas escribiendo cosas sin sentido, (pero con enseñanzas o moralejas) y cuentos, que lamentablemente no le gustaba mostrar a nadie. Cada persona que pasaba junto a el y no le miraba recibía el beneficio de ser un personaje de alguna de sus historias disparatadas, es decir que todas las personas que junto a el pasaban formaban parte de algo que escribía. El creía que detrás de cada persona había una historia maravillosa y difícil de descubrir por eso les inventaba una.Amaba el silencio, la soledad y la oscuridad, se consideraba una persona bohemia, aunque no sabia del todo el significado de esa palabra, la primera vez que la vio escrita fue en la parte trasera de una camioneta, “alma bohemia” decía.

Un dia mas?

A media mañana noto que su alrededor era raro, se sentía de formas extrañas, todavía no había salido de su casa en ningún momento. Rápidamente corrió hacia su cama de dos plazas y se coloco sobre ella en posición fetal, pero cruzado, sin respetar la cabecera de esta. Temblaba, pero no hacia frió. Tenia miedo, pensaba en cosas sin sentido, miraba el reloj digital que se encontraba sobre la mesa de luz y no notaba cuando los minutos cambiaban. Se levanto sin entender lo que hacia y se encerró en su placard, agachado como un niño cuando se pelea con sus padres. La oscuridad lo tranquilizo. No lo suficiente. Comenzó a oír ruidos, luego se transformaron en voces. Espiaba desde su fiel escondite y no veía a nadie, cuando volvió a mirar noto que su pieza estaba vacía. El ya no estaba dentro del placard, sino que ahora yacía en la misma posición pero en un rincón de la inmensa habitación, la cual no tenia fin. Tembloroso se levanto y camino hacia la puerta. Tomo el picaporte con ambas manos y la abrió. Lo que vio del otro lado lo hizo cerrarla rápidamente. Solo vio oscuridad, un abismo, mientras que por la ventana que estaba del lado opuesto de la habitación, entraba luz como si el sol rajara la tierra. Volvió al rincón en el que se encontraba. Su mente divago durante quien sabe cuanto tiempo. No quería cerrar los ojos, tenia miedo de que al volver a abrirlos las cosas estén aun peor. Lentamente la luz que por la ventana entraba comenzó a perder intensidad hasta dejar la habitación completamente a oscuras. No podía siquiera verse las manos. Sin notarlo cerro los ojos y al abrirlos desesperado se encontró nuevamente entre su ropa y rodeado por las húmedas paredes de su placard...